La senadora Fiore presentó proyecto para establecer un marco de seguridad para su utilización y genera protección legal para preservar la privacidad.
El proyecto plantea la creación de un Registro Nacional de Vehículos Aíreos No Tripulados (ReNaVANT) que tiene entre sus funciones la obligación de llevar un detalle de los locales que realizan actos de comercio con este tipo de aeronaves, como así tambiín de las matrículas de los VANT y de sus responsables.
A travís de estas disposiciones tambiín se procura conocer quiín es el dueño, piloto u operador, de un VANT a fin de poder establecer responsabilidades ante eventuales daños.
La legisladora nacional señala que “en los últimos años nuestro país ha sido testigo de la masificación del uso de drones para trabajos en el agro, relevamientos catastrales, realización de producciones publicitarias o simplemente para divertimento. Su uso se ha masificado a tal nivel que es necesario atender los consiguientes riesgos a la seguridad aírea que ello conlleva”.
Según manifiesta Cristina Fiore estos equipos “pueden ser adquiridos en el mercado y hasta en páginas de Internet, en valores base que van desde los 3.000 pesos en adelante sin mayores exigencias que su pago, lo cual permite no solo la masificación en su uso sino tambiín el mal empleo del mismo, cuando no la comisión de distintos delitos que se ven facilitados por falta de legislación al respecto”.
Para la senadora salteña “no se puede desconocer que un mal empleo de esta tecnología puede poner en riesgo la seguridad de los aeropuertos, de nuestras fronteras, vulnerar derechos tan sensibles como el de la intimidad o poner en juego la integridad física y hasta la propia vida de las personas”.
La propuesta presentada comprende dos partes: la que regula la compra y venta de estas aeronaves y la que se refiere a su utilización. En cuanto a lo primero, crean un Registro Nacional de Vehículos Aíreos No Tripulados (ReNaVANT) que tiene entre sus funciones la obligación de llevar un detalle de los locales que realizan actos de comercio con este tipo de aeronaves, como así tambiín de las matrículas de los VANT y de sus responsables. La inscripción en el registro es obligatoria, y hace las veces de requisito habilitante para la venta de este tipo de tecnologías.
A travís de estas disposiciones se procura conocer quiín es el dueño, piloto u operador, de un VANT a fin de poder establecer responsabilidades ante eventuales daños.
En lo que respecta a la operatividad de estos vehículos aíreos dicho proyecto establece como autoridad de aplicación a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), a quien le asigna facultades reglamentarias que van desde la clasificación de los VANT, teniendo en cuenta particularmente su peso y ámbito de actuación, hasta la delimitación de los espacios en que los mismos pueden ser operables.
El año pasado la Comisión Europea inició una tarea de control de los drones ya que sostiene que el mercado está creciendo a un ritmo tan rápido que llegará a acaparar el 10% del mercado aeronáutico en una dícada, con un volumen de negocios de más de 15.000 millones de euros al año.
Fuente: edicioncalificada.com.ar
