El presidente de la comisión, José Luis Espert, no quería tratarla, pero fue emplazado por la Cámara y obligado a habilitar el debate.
Se necesitan 50 votos positivos, y el bloque impulsor tiene 48 diputados en la comisión, así que se espera una aprobación ágil.
Luego deberá tratarse en el recinto de Diputados y en el Senado. Aunque no hay plazos, la presión social es clave.
El mayor riesgo: que el presidente vete la ley, incluso si logra avanzar.
Es un momento decisivo. La urgencia es real. Estemos atentos y sigamos empujando para que la emergencia en discapacidad sea ley.