Nota de Opinión: Nazareno Etchepare
Nuestro país sigue en estado vegetativo, con una Vice que ve en su candidatura una solución a sus problemas judiciales, un Ministro de economía que busca en el ajuste y los viajes posicionarse dentro del oficialismo; y la oposición que no resuelve su liderazgo.
La Vicepresidente Cristina Fernández ya está en campaña, pero el tono de su mensaje en las misas que realizaba en la puerta de su domicilio, estuvo cargado de la violencia propia de los populistas, pues como bien dijo la dirigente, para ellos no inició un proceso electoral, la señora afirmó que “Para nosotros empezó una guerra”.
Luego la Vice se refirió a los dichos de Patricia Bullrich, quien dijo “12 años de gobierno, 12 años de condena”, y en lugar de simplemente ignorar el comentario, la ex mandataria trató de borracha a la Presidente del Pro para cargar más el clima de intolerancia. Sus seguidores se congregaron en las cercanías de su casa, ocupando unas cuadras del barrio de Recoleta, alterando la vida de los vecinos con cánticos, pirotecnia y usando el espacio público de baño; todo ello jactándose que le habían “tomado” el barrio a los “chetos”, mismo lugar donde vive su líder, la aspirante a cheta.
Durante esos días unas 50.000 personas abucheaban a la ex Presidente en la cancha de Boca, mostrando que aquellos pocos de la calle Juncal no alcanzaban para reflejar el apoyo que Cristina necesita para torcer el rumbo de sus problemas judiciales.
Frente a ese clima de descontrol, el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, tardó en reaccionar, valló esas cuadras y luego retrocedió con algo que resultaría clave horas después. Esa noche en que se enfrentaron militantes con agentes del orden, se robaron 10 vallas, y con ellas se fue la protección que la Vicepresidente iba a necesitar para que nadie intentara una locura.
El juez Roberto Gallardo contribuyó con el descontrol, ordenando quitar la seguridad que estaba brindando la policía de la Ciudad. La propia Cristina Fernández ordenó retirar las cámaras en las cercanías de su departamento, y su hijo, el Diputado Nacional Máximo Kirchner iba a decir “Están viendo quien mata al primer peronista”.
¿Los Copitos son más peligrosos que los iraníes?
Este clima de confrontación, generado por el discurso de los que “aman”, se encontró con la aparición en principio de un “Lobo solitario” que gatilló un arma en la cabeza de la Vicepresidente. El hecho además de repudiable en todo sentido, resultó curioso pues según se observó, la pistola no estaba apta para el disparo.
Por su parte la custodia no cumplió con ninguno de los protocolos de seguridad y de evacuación, el ministro del área, Aníbal Fernández no dio respuestas ni renunció; y el detenido no fue esposado. Como todo en esta argentina gobernada por el kirchnerismo y carente de gestión, el teléfono del atacante fue reseteado y no se encontraron huellas en el arma. Esto fue coronado con la extorsión del Senador Mayans, personaje muy cercano a Cristina, quien dijo “¿Queremos paz social? Empecemos por parar el juicio contra CFK”.
Más tarde vendría la detención de Brenda Uliarte, novia del atacante, y a partir de allí comenzaría la teoría de la conspiración, que es la más cercana a la película la “Pistola desnuda”.
En efecto, “Los Copitos”, según el oficialismo, serían más peligrosos que los iraníes de las fuerzas Al Quds detenidos, que tripulaban el avión de la empresa Conviasa. Si esto resulta poco, al feriado nacional que decretó el Presidente Alberto Fernández, se sumó la misa en la Basílica de Luján; que acabó siendo un evento de una bajeza moral y espiritual pocas veces antes vista.
El Ministro de Economía, Sergio Massa, aprovechó estas horas de convulsión política para mandarse un ajuste que ningún populista quiere mostrar. Por un lado recortó el presupuesto de la administración en 128.000 MM, sintiéndose el impacto especialmente en siete ministerios a saber: Producción -$70.000 MM, Desarrollo Territorial -$50.000 MM, Educación -$50.000 MM, Obras Públicas: -$20.000 MM, Transporte: -$10.000 MM, Salud: -$10.000 MM; y finalmente vinieron los recortes a los fondos de discapacidad. Con el tijeretazo en marcha, el nuevo superministro se fue de gira por los EEUU.
La épica oficialista dice que logró acuerdos en materia energética en su paso por Houston, que lo recibieron bien en el Departamento de Estado, la Secretaría del Tesoro, y que en el FMI encontraron alguien con quien trabajar. La realidad indicaría que solo se trató de “la foto” y un mensaje de consumo para el Frente de Todos, mostrándoles a sus colegas que él sí tiene contactos internacionales.
Mientras nosotros estamos ocupados con el ajuste de Massa y los Copitos, Chile votó en defensa propia contra la reforma constitucional. El país vecino volvió por un momento de la aventura populista que resultó ser la elección de Gabriel Boric como presidente. La región sigue jugando al límite entre el socialismo y el progreso que viene de la mano del capitalismo.
“Vamos bien”, le dijo Kristalina Georgieva a Alberto Fernández sobre el rumbo económico
Nuestro país sigue en estado vegetativo, con una Vice que ve en su candidatura una solución a sus problemas judiciales, un Ministro de economía que busca en el ajuste y los viajes posicionarse dentro del oficialismo; y la oposición que no resuelve su liderazgo, tal vez para no ser arrastrada por los acontecimientos.