Las cámaras que agrupan a las empresas de transporte público de pasajeros por automotor del AMBA informaron que se encuentran en estado de alerta ante el congelamiento tarifario que ya supera los 2 años, la caída de recaudación fruto de la pandemia, y el cálculo de compensaciones con precios de insumos que llevan 8 meses de atraso respecto al actual aceleramiento inflacionario.
A ello se agregan los costos adicionales que implican trabajar en medio de una pandemia, cumpliendo protocolos y no pudiendo disponer del 100% del personal, lo que cada vez dificulta más el cumplimiento de las frecuencias al máximo para garantizar el distanciamiento social, según protocolos y normativas vigentes.
No es nuestra intención llevar alarma a la población, en medio de la gravedad generalizada del actual contexto sanitario y social, pero si nos mueve la responsabilidad decomunicar con total transparencia la gravedad de la situación que atraviesa el sector.
La falta de renovación de material rodante (agravamiento de una crisis que ya lleva 5 años), con las consecuencias sobre la seguridad vial y la calidad de los servicios y sus frecuencias, sumado al deterioro de los ingresos fruto del aceleramiento de la inflación respecto a compensaciones mal calculadas, y tarifas atrasadas, generan una situación que en algún momento llega a su límite fáctico, por lo que alertamos a la población y a las autoridades que de llegarse a esta situación, no será por la mala voluntad de los operadores, sino por la falta de adecuadas condiciones económicas y financieras frente al actual contexto inflacionario, situación que es totalmente demostrable y argumentable según el modelo de costos e ingresos medios con el que se calculan los ingresos necesarios para operar.
