Acordaron rechazar el proyecto de la Despenalización del Aborto sin proponer cambios

La estrategia de los senadores que se oponen al aborto legal mutó en los últimos días.
Ante el riesgo casi inevitable de una derrota en la Cámara de Diputados en caso de introducir cambios al proyecto, los legisladores que más se resisten a la ley y que en un principio estudiaron una redacción alternativa ahora trabajan para lograr el rechazo total.

La vicepresidenta Gabriela Michetti, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, el bonaerense Esteban Bullrich y la tucumana Silvia Elías de Pírez -los cuatro líderes del “no”- habían evaluado una redacción que flexibilizara el rechazo y habilitara, al menos, la despenalización. Buscaban además mantener el capítulo dedicado a las políticas de salud sexual y reproductiva y educación sexual integral.

Sin embargo, mientras avanzan las negociaciones, una senadora antiabortista confesó a parlamentario.com que ahora trabajarán por el rechazo total por temor a que el resultado final sea adverso. “Si le hacemos cambios (al proyecto), eso implicaría su regreso a Diputados, donde ya tienen los votos para ratificar la redacción original”, razonó.

Los senadores de los pañuelos celestes creen además que, para despenalizar a la mujer que aborta, “se puede esperar al nuevo Código Penal, que va a entrar este año” al Congreso.

Lo cierto es que el rechazo al aborto legal se impone por escasa diferencia. En ese bando se alistan 31 senadores, mientras que hay 27 votos asegurados por el “sí”, y 14 indefinidos en los que recaerá la tarea de inclinar la balanza, según un sondeo de parlamentario.com.

Dentro del bloque Justicialista, el tucumano Josí Alperovich y el santafesino Omar Perotti no se pronunciaron; los catamarqueños Inís Blas y Dalmacio Mera se admiten realmente indecisos; el cordobís Carlos Caserio propone cambios; y el salteño Rodolfo Urtubey se manifestó sólo a favor de la despenalización.

Los otros indefinidos son los radicales Eduardo Costa, María Belín Tapia, Juan Carlos Marino y Ángel Rozas; los macristas Laura Rodríguez Machado y Ernesto Martínez -sugieren modificaciones-; y los peronistas Juan Carlos Romero y Carlos Reutemann.

Si el proyecto se aprueba con cambios, la Cámara baja podría ratificar la redacción original con mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los votos. No sería complicado, pues en la votación el proyecto recibió nada menos que 129 votos afirmativos -mayoría absoluta-, habiendo asistencia perfecta.

Distinta es la situación si el Senado aprueba cambios con una mayoría de dos tercios -48 votos-. En ese caso, en Diputados sí se requerirá idíntica mayoría agravada -en ese caso, 172- para insistir, aunque en un escenario parejo como el de hoy, es casi imposible que en la Cámara alta se alcance ese número.

Fuente: edicioncalificada.com.ar