Nota de opinión: Canciller marroquí, Nasser Bourita

El ministro del reino nor-africano desarrolla una serie de datos que suma información a los acontecimientos ocurridos desde el pasado diciembre hasta estos días.

En el artículo publicado en árabe por el periódico londinense Asharq Al-Awsat, nos detalla el camino recorrido por la diplomacia estadounidense y la marroquí durante el cual, el rey Mohammed VI desarrolló en sucesivas etapas, consultas con los distintos presidentes norteamericanos. Desde los demócratas Bill Clinton y Barack Obama hasta los republicanos George W. Bush y Donald Trump.

Bourita también considera en su nota que quienes se oponen al acuerdo logrado pensando que perjudican a Marruecos, en realidad están oponiéndose a la única solución pacifica y posible, sin ganador ni perdedor.

La nota de opinión completa:

Estados Unidos ha reconocido la plena soberanía de Marruecos sobre todo su Sahara.
Una decisión que va en la dirección correcta.

La decisión de Estados Unidos de reconocer la plena soberanía de Marruecos sobre todo el Sahara y de afirmar un apoyo inequívoco a la iniciativa de autonomía marroquí no ha dejado a nadie indiferente. Ella se sorprendió un poco y muchos otros confirmaron su opinión. Se ha derramado mucha tinta por todas partes. También ordenó a algunos que se tatuaran.

Estabilidad y seguridad

El peso de esta decisión está a la luz de la de su autor: una potencia mundial, miembro permanente del Consejo de Seguridad. Es un aliado importante de Marruecos, con relaciones estratégicas a lo largo de los años, bajo el liderazgo ilustrado de Mohammed VI. Estas relaciones, establecidas en la historia y los recorridos del futuro, se han ido consolidando en las distintas administraciones.

Sobre todo, esta decisión debe medirse con la perspectiva de una solución que ofrece a esta disputa que ha durado demasiado, para acercarnos a una estabilidad y seguridad duraderas en un subcontinente altamente estratégico.
Ciertamente, desde 1991, el enfrentamiento militar ha dado paso al enfrentamiento diplomático, aunque el Polisario no esperó la decisión estadounidense de romper el alto el fuego y llevar a cabo acciones de hostigamiento en general insignificantes.

En este conflicto, hay dos visiones opuestas. Por un lado, el de Marruecos, apoyado por su soberano, que quiere que el futuro sea mejor que el pasado, y que invierte masivamente para construirlo con más de 7 mil millones de dólares en diez años solo en las provincias del sur, respondiendo así a la visión real de no dejar a la población rehén del proceso político empantanado.

Los otros partidos favorecen el statu quo, incluso pudriéndose

Por otro lado, el de las otras partes, que favorecen el statu quo, incluso decae, impidiendo la integración económica regional, amenazando la seguridad en una región inestable e ignorando las consecuencias humanitarias en juego.

El sentido de compromiso

Es a la luz de estos datos que debe evaluarse la decisión estadounidense. Y es desde este punto de vista que se revela en su dimensión más estructurante: inaugura un impulso reforzado a favor de una solución política realista y duradera basada en el compromiso en el marco de la autonomía.
Es este sentido de compromiso, típico de su tradición milenaria de Estado central, lo que ha permitido a Marruecos evolucionar hacia una lógica de autonomía ampliada donde la población del Sahara marroquí puede gestionar sus asuntos políticos, económicos y sociales a través de Órganos legislativos, ejecutivos y judiciales.

Las administraciones de Clinton, Bush y Obama han apoyado la autonomía como
solución

Estados Unidos conoce bien la génesis y desarrollo del archivo, su dinámica y desafíos. De hecho, el viaje, que resultó de la iniciativa de autosuficiencia, es el resultado de amplias consultas entre el rey y la administración Clinton. Presentado en consulta con la administración Bush, republicana, luego fue respaldado por la administración Obama, demócrata. Todas estas sucesivas administraciones han apoyado la autonomía como solución a esta disputa regional.

Por lo tanto, la proclamación presidencial de la administración Trump coronó este proceso y dejó en claro una posición firme de apoyo durante los últimos veinte años. Apoyo que va de la mano del reconocimiento de la soberanía nacional y la integridad territorial.

Línea de crédito y acuerdos comerciales

Más allá del apoyo que brindan a Marruecos a través de declaraciones de política pública, Estados Unidos ha puesto a disposición, desde 2015, una línea financiera en beneficio de las provincias del Sahara marroquí. Asimismo, los acuerdos comerciales celebrados con la Unión Europea se aplican a las provincias del sur del reino. El fuerte apoyo de los Estados Unidos, por tanto, sorprende sólo la ignorancia y la amnesia.
La proclamación estadounidense también está en sintonía con la evolución del expediente dentro de las Naciones Unidas. Primero, a través de las declaraciones de muchos ex enviados de la ONU que insistieron en que la "independencia del Sahara" no era una opción realista.

Luego, las últimas diecisiete resoluciones del Consejo de Seguridad han consagrado una doctrina clara, pidiendo una "solución política realista, pragmática y duradera", al tiempo que marcan la preeminencia de los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos para eliminar el problema. .
Para lograrlo, Marruecos se mantiene fiel al proceso político conducido bajo los auspicios de las Naciones Unidas, sobre la base de parámetros claros, involucrando a las partes reales de la disputa regional. Y el Rey se ha comprometido con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

La única promesa de una solución sin ganador ni perdedor

Es fundamental destacar que el proceso político no es un fin en sí mismo. Es un camino. Aquellos que creen que están molestando a Marruecos al oponerse a su iniciativa de autonomía solo están cumpliendo un callejón sin salida y en realidad se oponen a la única promesa de una solución sin vencedores ni perdedores, y que se beneficia del impulso de un apoyo internacional cada vez más fuerte.

Un paquete virtuoso al servicio de la paz en Oriente Medio

Como prueba de ello, tenemos a los 42 países que recientemente reiteraron su apoyo a la autonomía bajo soberanía marroquí en el marco de una conferencia ministerial por iniciativa de Marruecos y Estados Unidos. Además, la decisión estadounidense de unirse a la veintena de países que han inaugurado consulados en El Aaiún y Dakhla indudablemente motivará a otras naciones a seguir su ejemplo muy pronto.

Cuando Marruecos firmó, el 22 de diciembre, la declaración trilateral que contiene la declaración presidencial estadounidense, al mismo tiempo selló un compromiso por un paquete virtuoso, promoviendo la estabilidad en el Magreb y al servicio de la paz en el Medio Oriente por la misma razón. Es una oportunidad que se nos ofrece hoy para tomar un posicionamiento constructivo y actuar hacia el único horizonte realista, justo y sostenible.