Caso Andis | Otro de los principales acusados del caso de los desvíos en Discapacidad se negó a declarar y su hija renunció a un cargo de funcionaria

Se trata de Miguel Ángel Calvete, que está vinculado a droguerías y proveedoras de insumos; su hija era directora, hasta hoy, de una secretaría del Ministerio de Economía y en su casa encontraron 700.000 dólares

(Por Federico González del Solar para La Nacion). – La causa que nació con los audios del exdirector de la Agencia de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo e investiga un supuesto direccionamiento en la compra de insumos y medicamentos dentro del organismo avanza con nuevas indagatorias.

Hoy fue el turno de Miguel Ángel Calvete, presidente de una de las firmas involucradas en la maniobra que investiga la Justicia. Al igual que el médico Pablo Atchabahian la semana pasada, Calvete se negó a declarar en su indagatoria.

Ambos están señalados por la fiscalía como presuntos operadores externos y nexos extraoficiales entre la agencia y las distintas droguerías y empresas implicadas.

Calvete llegó a los tribunales de Comodoro Py hoy a las 9 de la mañana en un camión celular de la Policía de la Ciudad porque está detenido en el marco de otro proceso penal, en el que, en 2019, fue encontrado culpable por explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena.

El trámite ante el fiscal Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello duró apenas media hora. Se le leyó la imputación y Calvete evitó declarar. Terminada la indagatoria, fue de nuevo trasladado a la Comuna 4, donde está detenido.

Su hija, Ornella Calvete, que está siendo investigada por la Justicia, renunció hoy a su cargo como directora en una secretaría del Ministerio de Economía.

El fiscal Picardi describe a Calvete en su dictamen como una suerte de “director para-estatal” del Andis que, sin ser funcionario, impartía órdenes a la gente de la agencia que le respondía, como Lorena Di Giorno, que trabajaba dentro del área de Prestaciones de Alto Costo y Baja Incidencia (PACBI), y Eduardo Nelio González, un director del organismo.

El rol de Calvete en la maniobra investigada, de acuerdo a la acusación fiscal, era el de conectar a Andis con el circuito de las droguerías y direccionar las compulsas de precios.

Como parte de los allanamientos ordenados por la Justicia en esta causa, en un domicilio a nombre de su empresa, INDECOM SRL, se secuestraron cerca de 700.000 dólares. Era, además, la casa de su hija Ornella.

“Solicito que en forma urgente se disponga la devolución del dinero secuestrado”, pidió Calvete en un escrito presentado ante el juzgado, estando ya detenido por la otra causa.

“Resulto ser el titular del noventa por ciento del capital social de la empresa [INDECOMM] y, por ende, el principal damnificado por el secuestro en el domicilio cito en la calle México […] el cual resulta propiedad de la sociedad que encabezo”, agregó.

En septiembre, un mes antes del operativo en su casa, Ornella le dijo a su padre estar preocupada por la presencia de 15 policías en la planta baja de su edificio. “No sé si es por el cabeza de rodilla o qué”, le dice en un chat, en posible referencia a Spagnuolo.

Luego le pregunta si la empresa INDECOM tiene “cash blanco”, por si “entran acá y me ven con mosssca”.

En el marco de esas conversaciones -que constan en el expediente- Ornella le pregunta por “Claudio” de la ortopedia alemana y Calvete le responde que ya cerró una reunión con él. Ornella le desea suerte y le dice que si todo sale bien le compra “una lambo [en alusión posiblemente a un Lamborghini], una granja, lo que quieras”.

El día de los allanamientos, en otra tanda de mensajes, Calvete habla con Di Giorno, una de las funcionarias dentro del organismo que le respondía, según el fiscla. Di Giorno le dice que ya estaba “borrando todo”.

Antes que Calvete, fue indagado Atchabahian, un médico urólogo que también daba órdenes a funcionarios dentro de la agencia y está detenido. En su indagatoria, Atchabahian se negó a declarar.

La Justicia registró que el médico ordenó frenar un pago a una droguería en particular “por estar jugando mal”.

Uno de los funcionarios bajo su influjo sería Daniel Garbellini, quien era, además, el hombre al que aludirían los audios a Spagnuolo. “Lule me quiso meter una mina en una dirección nacional, lo frizé. Me quiso meter el de Recursos Humanos, lo frizé. Pero me metió el más importante de todos. Para chorear”, se escucha en la grabación.

Para mañana a las 13.30 está citado a declarar en indagatoria Spagnuolo, maxima autoridad del organismo en el periodo investigado.