El servicio de impresión 3D de la Ciudad posibilitó cirugías cardiovasculares en niños

Ignacio Lugones, cirujano del Hospital General de Niños «Dr Pedro de Elizalde», fabricó con el apoyo del BA Laboratorio Tecnológico del gobierno porteño un exitoso molde para hacer válvulas que tratan enfermedades cardíacas.

Además, cómo acceder al servicio gratuito de fabricación digital de la Ciudad, abierto a toda la comunidad.

Ignacio Lugones es cirujano cardiovascular pediátrico del Hospital General de Niños “Pedro de Elizalde” y con ayuda del servicio de impresión 3D de la Ciudad pudo diseñar e imprimir un molde con el que confeccionó la válvula cardíaca para su paciente, una niña de cinco años de edad.

“Teníamos a una chica con una válvula aórtica muy enferma. Pero el final fue extremadamente feliz. Pudimos hacer la válvula, que funcionó a la perfección. Se fue a la casa despuís de seis días de internado. Fue una experiencia muy movilizante”, explicó Lugones.

Es que las enfermedades en las válvulas cardíacas semilunares -la aórtica y la pulmonar- son muy frecuentes y mortales en los niños. “Se suele esperar a ver si sobreviven a la etapa en la que pueden ser tratados, y suele ser demasiado tarde. Por eso nació mi proyecto hace dos años”, explicó Lugones, quien buscó una solución en la fabricación de un molde, gracias a la tecnología de impresión 3D, que estandarizara la confección de las válvulas.

El servicio de impresión 3D de la Ciudad posibilitó cirugías cardiovasculares en niñosFotos Juan Manuel Laurens-mig/GCBA

La historia empezó una noche, mientras charlaba con su hermano, profesional de la física, cuando empezaron a soñar con una válvula que solucionara estos problemas. Juntos, analizaron detalles matemáticos y geomítricos, confeccionaron y testearon su invento, y hasta lo probaron en una operación veterinaria.

Luego Lugones se contactó con el equipo del BA Laboratorio Tecnológico de la Ciudad, en donde hizo el modelado buscado. En el Laboratorio, los expertos lo ayudaron a optimizar el desarrollo del molde, a diseñarlo y le recomendaron usar el ácido poliláctico para confeccionarlo, un material amigable con el medio ambiente y esterilizable.

“La válvula se construye con el propio tejido del individuo, lo que imprimimos en 3D son moldes con marcadores para la colocación de las suturas y la triple corona donde va colocada”, contó el cirujano y agregó: “Creo que es una herramienta vital. Fue una experiencia fantástica. El futuro de muchos de los aspectos mídicos pasa por el diseño 3D”, opinó Lugones.

Fuente: edicioncalificada.com.ar