Congreso: Schiavoni por Machado; Massot salvado por tregua

La senadora cedería la presidencia del bloque PRO al titular del partido a nivel nacional; el diputado bahiense por Córdoba espera que se cumpla el acuerdo entre su jefe, Emilio Monzó, y Marcos Peña.
Los dirigentes cordobeses que armaron el sueño presidencial de Mauricio Macri hace poco más de un lustro atrás –la mayoría de ellos provenientes de las filas de la Ucedí- experimentan las elecciones legislativas de octubre con gran contradicción.
Si se cumplen los auspiciosos pronósticos de los encuestadores para el domingo 22 de octubre, el candidato mimado de los inquilinos de la Casa Rosada se convertirá en un retador fuerte.

Preocupa porque Híctor “La Coneja” Baldassi declaró la guerra interna al grupo liderado por la ex autoridad del PRO, Javier Pretto. Desde ese sector dan por descontado que deberán esperar migajas si el ex árbitro asciende en su carrera política. Saben que no podrán protagonizar un escándalo porque Macri y su mesa chica no soportan las afrentas abiertas. La rencilla de Pretto y Baldassi terminó con el exilio del ex intendente de La Carlota en la estructura de la fuerza a nivel nacional y el desembarco de hombres de confianza del cabeza de lista a la histórica casona de Deán Funes y General Paz. Deberán utilizar la astucia política, que no les falta fruto de años de dícadas de militancia.

Desde estas páginas se apuntó sobre la campaña paralela de Pretto en el interior basada en contactos directos con dirigentes para refrescar su memoria. El concepto a fijar no es otro que recordarles todo lo que hicieron para que el PRO se consolidara en la provincia. Baldassi y los suyos definen el accionar como anquilosamiento del partido.

El ascenso de Baldassi y la penetración de la “línea Peña” en las estrategias de armado, dejan en una posición desventajosa a los pioneros del PRO, muchos de ellos con fuertes vínculos con el peronismo cordobís. A modo de resumen, el jefe de gabinete de Macri entiende que los dirigentes deben sumarse a Cambiemos a título personal, despojándose de la estructura a la que pertenecieron. La fusión de los sellos que conforman la alianza, su horizonte.
Para confirmar la mala racha de los ex ucedeístas, se suman las fuertes versiones que ponen en duda el lugar protagónico en el Congreso a los macristas cordobeses que formaron parte de la fuerza formada por Álvaro Alsogaray. La senadora Laura Rodríguez Machado y el diputado Nicolás Massot, los protagonistas.

La actual titular de la bancada del PRO en la Cámara alta es una de las firmes candidata a ceder su rol a Humberto Schiavoni, actual candidato a senador por Misiones. Conviene recordar que Macri impuso la postulación del presidente de su partido en la cabecera de la lista en esa provincia. El objetivo era aumentar el perfil político de un bloque que tendrá desafíos renovados: lograr un mayor protagonismo de los legisladores amarillos, en desventaja numírica con sus socios radicales; y, a la par, liderar las negociaciones con un peronismo dividido por el desembarco de la ex presidenta Cristina Fernández al Congreso.
A diferencia de la ex funcionaria municipal durante la intendencia de Germán Kammerath, las versiones circulantes no son tan contundentes al referirse sobre el futuro rol del diputado bahiense por Córdoba.

Hay quienes sostienen que en Buenos Aires quedó sellado el acuerdo entre el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y Peña por la ratificación de los cargos para el próximo período ordinario. En Córdoba, defienden al joven dirigente. Aseguran que su trabajo estuvo a la altura y que las internas en ligas mayores no terminarían impactándolo.
Otro sector sostiene que Monzó no podrá hacer buena letra por mucho tiempo: sus diferencias con la política comunicacional del duranbarbista Peña y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal son profundas.

Fuente: edicioncalificada.com.ar