El diputado Aldo Leiva recibió un reconocimiento de la Cámara y emocionó a todos con su discurso

(Parlamentario).- El excombatiente habló sobre el final del debate de dos proyectos relacionados con Malvinas y evocó la guerra, a 40 años de concluido el conflicto bélico.

Al cabo del debate sobre dos proyectos referidos a Malvinas, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, convocó al estrado al diputado nacional Aldo Leiva, para entregarle una distinción por parte del Cuerpo.

Tras ello, el legislador -excombatiente en las islas Malvinas- hizo uso de la palabra para cerrar el debate sobre los dos proyectos que a continuación serían aprobados por la Cámara. “Créanme que esta noche es mucho más difícil para mí”, confesó el diputado chaqueño.

“En principio, porque viene a mi memoria que el próximo domingo se van a cumplir 40 años desde que la gran mayoría de los solidados que estuvimos en Malvinas regresamos en el buque Canberra”, evocó, para aportar a continuación que “ese 19 de junio, al igual que este año, era el Día del Padre y mi mamá cumplía años. A mi papá hoy no lo tengo; a mi mamá, si Dios quiere el domingo vamos a compartir su cumpleaños y recordar ese regreso después de la guerra”.

Habitualmente de los más duros para con Juntos por el Cambio, el diputado oficialista chaqueño señaló a continuación que “es por todos conocida mi posición política, a veces dura con la oposición… Pero si hay un tema que jamás partidicé es la cuestión Malvinas. Porque cuando sentíamos las balas del enemigo, ahí no éramos de izquierda, de derecha, ni radicales, ni peronistas… Eramos jóvenes argentinos que fuimos a cumplir con el deber que nos habían asignado”.

“También siempre expreso que tengo una doble sensación: por un lado la Patria me llamó y fui a defenderla; y por otro el sentir haber sido usados por una dictadura genocida que pretendió perpetuarse en el poder a costa de la sangre de los argentinos”, reflexionó, aunque luego admitió que eso significó para los argentinos la vuelta de la democracia y poder estar esa noche en el recinto “defendiendo de diferentes maneras los intereses de la Patria”.

“Por eso quiero expresar que todo lo que se hizo estos años no es suficiente; queda mucho por hacer, no por nosotros, sino por las futuras generaciones. Y creo que el camino que estamos dando de generar una conciencia nacional malvinera hay que seguir acentuándolo, y tiene que ver con leyes como estas, que estamos sembrando el camino hacia las futuras generaciones”, apuntó.

Desde su banca de Diputados recordó que hace 40 años desde el sur argentino “lo único que quería era volver a mi casa para abrazar a mi padre, mi madre, mis hermanos… Jamás pensé que la vida me iba a poner en este lugar, justo a los 40 años; que la vida me iba a dar tamaña responsabilidad de ser la voz de mis camaradas, de ser el primer soldado raso que llega a este Congreso”.

“Y no me olvido nunca que el 10 de diciembre, cuando juré en este recinto lo hice por mis camaradas muertos”, agregó emocionado. Leiva sostuvo que “ese compromiso es el que hace que esta noche, después de muchas disidencias con muchos de mis pares, hoy puedo decir que estamos tratando una ley que tiene que ver con Malvinas; que Malvinas nos une y que tenemos que seguir trabajando en esa línea”, apuntó.

El diputado chaqueño afirmo que “hoy tenemos otras responsabilidades también”, y le agradeció al presidente de su bloque por haberle encomendado representar al Congreso en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas. “Créanme que es una enorme responsabilidad… Quería ir, pero cuando se acercan los días, digo: la pucha, que es difícil”, confesó.

Agradeció a continuación por la ley que estaban votando, y por ese reconocimiento que acababan de entregarle y que no esperaba. Recordó cuando hace 40 años estaba metido en un pozo de zorro; cuando estaba en el Monte Dos Hermanas, y precisó: “Creo que la enorme mayoría de los que estábamos ahí, luchamos hasta lo que pudimos… Tuvimos miedo, dolor, y queríamos que en algún momento todo eso se terminara”.

“Después la vida a algunos nos dio posibilidades, pero si algo aprendí de la guerra es que tenemos que ser mensajeros de la paz”, agregó en otro pasaje de su discurso, en el que recordó que en 1983 fue electo concejal, que tenía 20 años y no pudo asumir por no tener 21. Una paradoja, pues con menos edad sí había podido ir a defender la Patria.

El legislador concluyó lo que definió como unas “deshilvanadas palabras” emocionando a todos. Comentó que para quienes estuvieron en el campo de batalla “cada tumba en Malvinas es un pedazo de suelo recuperado”, y todos rinden homenaje a “cada una de esas madres y padres que vieron partir a sus hijos y no pudieron siquiera llevarles una flor a su tumba, esos son los verdaderos héroes”.